Teníamos ganas de publicar esta boda. No solo porque ellos sean unas personas excepcionales, al igual que su familia y amigos, sino mas bien por ser el ejemplo de lo que es una "boda perfecta", de esas en donde nos encanta trabajar.
Una lluvia repentina hizo que los proveedores reorganizáramos todo a ultima hora (sonido, espacios, tiempos, etc...), pero se hizo. Livia y Antonio confiaban en ello y ni se preocuparon lo más mínimo.
Todos los asistentes llegaron con muchas ganas de pasarlo bien. sabían que iba a ser un día inolvidable. Las caras de felicidad así lo expresaban.
La ceremonia, espontánea, musical y divertida fue el pistoletazo de salida a un montón de situaciones que no podemos describir con palabras (menos mal que somos fotógrafos), por ello os dejamos con una selección de su trabajo que narra su gran día.