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La Mejor Fecha para Casarse

Elegir la mejor fecha para casarse no es sencillo; de hecho, es uno de los primeros y más importantes pasos en esta aventura emocionante. Estás a punto de conocer algunos trucos que te darán confianza y claridad al decidir.

 

Con nuestra experiencia en bodas, hemos visto cómo la elección del día para tu boda impacta en aspectos clave, desde la presencia de tus seres queridos y amigos hasta el clima, la decoración y el ambiente del evento. Cada temporada, mes e incluso día, aporta su encanto y retos. Queremos ofrecerte consejos prácticos y experiencias valiosas para que encuentres ese momento único.

 

Te invitamos a que leas este artículo, donde analizaremos ventajas e inconvenientes de casarse en distintas épocas. Te mostramos una visión especial para que, al final, tengas la certeza de haber elegido la fecha de tu boda de manera informada y personal.

Bodas en Primavera

Casarse en marzo, abril o mayo 

Es difícil decir cual es la mejor fecha del año para casarse, aunque la primavera siempre ha sido especialmente atractiva para dar comienzo a celebraciones de cualquier tipo. La llegada del buen tiempo, acompañada de paisajes maravillosos en jardines y campos, constituye una atracción casi irresistible para una amplia gama de festejos, incluyendo, por supuesto, las bodas.

Pros y Contras de celebrar una boda en primavera:

  • Más opciones de proveedores a vuestra disposición.

En esta fecha de menos demandada para bodas, casi seguro podrás contar con una amplia selección de los mejores proveedores. Además, al no coincidir con la temporada alta, es probable que encuentres ofertas atractivas.

  • Estreno de la nueva temporada.

Los proveedores de bodas están ansiosos por mostrar sus últimas novedades. Tendrás la oportunidad de estrenarlas en el momento óptimo. Esta fecha es ideal para sorprender a tus invitados con innovaciones aún no descubiertas por muchos. Los proveedores, llenos de entusiasmo, están dispuestos a dar lo mejor de sí con toda su energía renovada.

  • No es necesario reservar con tanta antelación, pero no te despistes.

Otra ventaja de planificar tu boda en primavera es la mayor disponibilidad de proveedores durante esta temporada, lo que te permite organizar un evento exitoso incluso con menos preparación previa. Para aquellas bodas decididas a último momento, sin duda, esta es la mejor época.

  • Los días soleados tienen una agradable temperatura.

Disfrutarás de un día entero con una temperatura ideal, sin demasiado frío ni calor, perfecta para que los invitados se sientan cómodos con sus atuendos. Se recomiendan las bodas matutinas para aprovechar al máximo el día y la noche. Este horario es el que más disfrutan todos los invitados. Ya sea al aire libre o en un espacio cerrado, casarse en primavera es la mejor opción para gozar plenamente del día.

  • Los trajes de novia permiten mas variedad de estilo y complementos.

La elección de la primavera como fecha para tu boda abre un abanico de posibilidades para la novia en cuanto a la selección del vestuario. La temperatura agradable de esta estación es ideal para vestidos con mangas en todas sus variantes, permitiendo incorporar accesorios como capas y otros elementos que complementen el atuendo. Además, esta época es propicia para optar por vestidos transformables que puedan adaptarse a los diferentes momentos del día, garantizando así que la novia no solo esté cómoda sino que también sorprenda a los invitados con cambios de look a lo largo de la celebración.

Esta flexibilidad en el vestuario no se limita únicamente a la comodidad o al clima; también abre las puertas a la creatividad y la expresión personal. La primavera, con su simbolismo de renovación y florecimiento, encaja perfectamente con la celebración de una boda, donde se marca el inicio de una nueva etapa en la vida. Los vestidos pueden incorporar elementos de la estación, como bordados florales o tejidos ligeros y fluidos, que complementan la atmósfera asociada con la primavera.

  • Cuidado con las posible lluvias.

No todo es perfecto en esta época. Las bodas en marzo, abril y mayo tienen el riesgo de verse afectadas por la lluvia, por lo que al elegir el lugar de celebración es crucial tener en cuenta y que sea de vuestro agrado las opciones de distribución de la boda en caso de lluvia. Sin embargo, es importante recordar que puede llover en cualquier época del año, así que esta sugerencia es aplicable a cualquier estación.

 

Al planificar una boda, independientemente de la fecha, es esencial considerar planes alternativos que aseguren que el evento fluya sin contratiempos ante cualquier eventualidad climática. Esto incluye, por ejemplo, seleccionar espacios que ofrezcan tanto áreas al aire libre como salones cerrados elegantes o carpas preparadas para resistir el clima. De este modo, se garantiza que la celebración pueda adaptarse y mantener su encanto, incluso si el tiempo no acompaña.

En resumen, mientras que la primavera ofrece un marco incomparable para bodas, la posibilidad de lluvia requiere una planificación cuidadosa. Sin embargo, con las precauciones adecuadas y una actitud flexible, los contratiempos pueden convertirse en elementos que añadan singularidad y belleza a vuestro día especial.

La mejor fecha para celebrar una boda es primavera
Las bodas al aire libre aportan recuerdos increíbles
Logotipo de Arteextremeño, fotógrafo de bodas

Bodas en Verano

Casarse en junio, julio o agosto

Una boda en una noche de verano, ¿acaso existe algo más romántico? Precisamente, los enlaces matrimoniales en estos meses se distinguen por sus agradables temperaturas nocturnas, que invitan a celebrar cenas y bailes al aire libre en un ambiente encantador. Esta es la imagen idílica que nos sugiere la idea de casarse en verano, pero hay más cosas que tienes que saber, y te las contamos.

Pros y Contras de celebrar una boda en verano:

  • Hora punta en las bodas.

Durante los meses de vacaciones, cuando la mayoría de las personas disfrutan de un merecido descanso laboral, es el momento más popular para celebrar bodas. El clima suele ser un aliado, aunque en algunas localizaciones el calor extremo puede convertirse en un desafío significativo. Muchas parejas eligen estas fechas para organizar su enlace, con el fin de maximizar la asistencia de los invitados. Además, aprovechan sus días libres para los últimos detalles y su viaje de luna de miel. Esta concentración de eventos provoca que la disponibilidad de proveedores disminuya y se marque como la temporada alta para las bodas.

  • No olvides el calor.

En estas fechas, el calor puede ser nuestro mayor adversario. Es crucial considerarlo en cada etapa de la organización de la boda, desde los preparativos para evitar sudoraciones durante el maquillaje y al vestirse. En las ceremonias al aire libre, es esencial asegurar sombra en todo el espacio; las áreas expuestas al sol quedarán desiertas. Mantener a los invitados hidratados en todo momento es también una prioridad. Si alguna parte de la celebración se lleva a cabo en interiores, es imprescindible contar con un buen sistema de aire acondicionado que asegure un ambiente fresco cuando el lugar esté lleno. En nuestro rol como fotógrafos de bodas, estamos acostumbrados a trabajar bajo diversas condiciones climáticas y esto no nos afecta, pero no todos están igual de preparados, por lo que siempre debemos considerar cómo el calor podría afectar a los invitados y proveedores.

  • El Sol no es siempre tan bueno.

En lo que respecta a la estética, hay varios aspectos clave que no deben pasarse por alto. En las ceremonias civiles al aire libre y sin sombra natural, es común utilizar sombrillas de diferentes estilos, aunque deben ser realmente elegantes para no deslucir el evento. Personalmente, no somos partidarios de ellas, al igual que tomar fotos bajo el sol directo, que crea sombras duras bajo los ojos, dando la impresión de que los asistentes llevan antifaces. Es un desafío, ciertamente. La solución óptima sería encontrar un lugar con sombra natural o programar la ceremonia en horas donde la luz directa del sol no afecte negativamente el evento.

  • Todas las bodas de verano se organizan tarde.

Dado los inconvenientes mencionados anteriormente, las bodas de verano suelen programarse lo más tarde posible, lo cual puede influir considerablemente en el estilo y la variedad de las fotografías del evento. La falta de luz natural impide realizar sesiones de posado, y si la iluminación del lugar no es adecuada o es insuficiente, el fotógrafo se verá obligado a utilizar iluminación artificial, lo que puede homogeneizar el estilo de las imágenes. Nuestro consejo es organizar la ceremonia, los posados y el cóctel durante la última hora de luz natural y continuar con el resto de la celebración ya entrada la noche.

  • Los trajes de novia para verano.

Los vestidos de novia para el verano comparten características esenciales que responden a la necesidad de confort y elegancia bajo el sol radiante y las altas temperaturas típicas de esta estación. La ligereza se convierte en el denominador común de estas prendas, buscando ofrecer a las novias no solo belleza en su gran día, sino también una experiencia agradable y fresca.

 

Primordialmente, las telas elegidas para estos vestidos suelen ser aireadas y de texturas suaves que permiten una mejor circulación del aire. Materiales como el chiffon, el tul, la organza o incluso el lino, son populares por su capacidad de ofrecer frescura y movimiento fluido, cualidades indispensables para resistir el calor sin comprometer el porte y la elegancia.

 

Además, los diseños de verano frecuentemente optan por la ausencia de mangas, lo cual no solo añade un toque de sofisticación, sino que también facilita la libertad de movimiento y aumenta la comodidad. Escotes discretos en V, halter o ilusión son opciones favorecedoras que combinan estilo y funcionalidad, permitiendo que la novia luzca radiante sin sentirse agobiada por el calor.

 

La versatilidad de los vestidos de novia de verano también se refleja en sus cortes y siluetas. Desde estilos más ajustados y minimalistas hasta vestidos fluidos con capas ligeras, cada diseño se enfoca en maximizar la comodidad sin sacrificar la estética. La idea es que cada novia encuentre un vestido que no solo se adapte a su estilo personal, sino que también responda a las exigencias climáticas del verano.

 

En conclusión, elegir un vestido de novia para el verano implica considerar tanto la funcionalidad como la forma. Los vestidos ligeros y frescos no solo son una elección práctica sino que también destacan por su capacidad de adaptarse a la estacionalidad, asegurando que la novia disfrute de su día especial con tanto estilo como comodidad. ¿Te imaginas caminando hacia el altar sintiéndote fresca y radiante, incluso bajo el cálido sol de verano?

  • También puede llover.

En este apartado diremos siempre lo mismo que lo que dijimos cuando hablamos de las bodas en primavera. Todos esos consejos son aplicables en cualquier estación del año.

  • Más Inversión en decoración Floral

En verano, los jardines pueden no mostrar su máximo esplendor floral, lo que supone un reto para quienes desean una boda con abundantes flores naturales y coloridas. Muchas especies típicas de climas más frescos ya no están en su pico de floración, reduciendo la diversidad y disponibilidad de flores. Esto puede incrementar los costos, ya que podría ser necesario invertir en flores que no están en temporada localmente.

 

Es crucial investigar qué flores estarán disponibles localmente y consultar con floristas expertos, quienes pueden ofrecer alternativas creativas y económicas. También se puede considerar la opción de espacios con abundante vegetación natural o el uso de decoraciones que imiten las flores sin depender de su disponibilidad estacional.

 

Planificar una boda floral en verano exige un balance entre la estética deseada, el presupuesto y las condiciones estacionales. Con preparación y asesoría adecuada, es posible crear un ambiente floral encantador para la boda, adaptado a las particularidades del verano.

Bodas en Otoño o Invierno

Casarse en Septiembre, Octubre, Noviembre  o Diciembre

Una boda en una noche de verano, ¿acaso existe algo más romántico? Precisamente, los enlaces matrimoniales en estos meses se distinguen por sus agradables temperaturas nocturnas, que invitan a celebrar cenas y bailes al aire libre en un ambiente encantador. Esta es la imagen idílica que nos sugiere la idea de casarse en verano, pero hay más cosas que tienes que saber, y te las contamos.

Pros y Contras de celebrar una boda en Otoño o Invierno:

  • Volvemos a las bodas de mañana.

Durante los meses de vacaciones, cuando la mayoría de las personas disfrutan de un merecido descanso laboral, es el momento más popular para celebrar bodas. El clima suele ser un aliado, aunque en algunas localizaciones el calor extremo puede convertirse en un desafío significativo. Muchas parejas eligen estas fechas para organizar su enlace, con el fin de maximizar la asistencia de los invitados. Además, aprovechan sus días libres para los últimos detalles y su viaje de luna de miel. Esta concentración de eventos provoca que la disponibilidad de proveedores disminuya y se marque como la temporada alta para las bodas.

  • No olvides el calor.

En estas fechas, el calor puede ser nuestro mayor adversario. Es crucial considerarlo en cada etapa de la organización de la boda, desde los preparativos para evitar sudoraciones durante el maquillaje y al vestirse. En las ceremonias al aire libre, es esencial asegurar sombra en todo el espacio; las áreas expuestas al sol quedarán desiertas. Mantener a los invitados hidratados en todo momento es también una prioridad. Si alguna parte de la celebración se lleva a cabo en interiores, es imprescindible contar con un buen sistema de aire acondicionado que asegure un ambiente fresco cuando el lugar esté lleno. En nuestro rol como fotógrafos de bodas, estamos acostumbrados a trabajar bajo diversas condiciones climáticas y esto no nos afecta, pero no todos están igual de preparados, por lo que siempre debemos considerar cómo el calor podría afectar a los invitados y proveedores.

  • El Sol no es siempre tan bueno.

En lo que respecta a la estética, hay varios aspectos clave que no deben pasarse por alto. En las ceremonias civiles al aire libre y sin sombra natural, es común utilizar sombrillas de diferentes estilos, aunque deben ser realmente elegantes para no deslucir el evento. Personalmente, no somos partidarios de ellas, al igual que tomar fotos bajo el sol directo, que crea sombras duras bajo los ojos, dando la impresión de que los asistentes llevan antifaces. Es un desafío, ciertamente. La solución óptima sería encontrar un lugar con sombra natural o programar la ceremonia en horas donde la luz directa del sol no afecte negativamente el evento.

  • Todas las bodas de verano se organizan tarde.

Dado los inconvenientes mencionados anteriormente, las bodas de verano suelen programarse lo más tarde posible, lo cual puede influir considerablemente en el estilo y la variedad de las fotografías del evento. La falta de luz natural impide realizar sesiones de posado, y si la iluminación del lugar no es adecuada o es insuficiente, el fotógrafo se verá obligado a utilizar iluminación artificial, lo que puede homogeneizar el estilo de las imágenes. Nuestro consejo es organizar la ceremonia, los posados y el cóctel durante la última hora de luz natural y continuar con el resto de la celebración ya entrada la noche.

  • Los trajes de novia para verano.

Los vestidos de novia para el verano comparten características esenciales que responden a la necesidad de confort y elegancia bajo el sol radiante y las altas temperaturas típicas de esta estación. La ligereza se convierte en el denominador común de estas prendas, buscando ofrecer a las novias no solo belleza en su gran día, sino también una experiencia agradable y fresca.

 

Primordialmente, las telas elegidas para estos vestidos suelen ser aireadas y de texturas suaves que permiten una mejor circulación del aire. Materiales como el chiffon, el tul, la organza o incluso el lino, son populares por su capacidad de ofrecer frescura y movimiento fluido, cualidades indispensables para resistir el calor sin comprometer el porte y la elegancia.

 

Además, los diseños de verano frecuentemente optan por la ausencia de mangas, lo cual no solo añade un toque de sofisticación, sino que también facilita la libertad de movimiento y aumenta la comodidad. Escotes discretos en V, halter o ilusión son opciones favorecedoras que combinan estilo y funcionalidad, permitiendo que la novia luzca radiante sin sentirse agobiada por el calor.

 

La versatilidad de los vestidos de novia de verano también se refleja en sus cortes y siluetas. Desde estilos más ajustados y minimalistas hasta vestidos fluidos con capas ligeras, cada diseño se enfoca en maximizar la comodidad sin sacrificar la estética. La idea es que cada novia encuentre un vestido que no solo se adapte a su estilo personal, sino que también responda a las exigencias climáticas del verano.

 

En conclusión, elegir un vestido de novia para el verano implica considerar tanto la funcionalidad como la forma. Los vestidos ligeros y frescos no solo son una elección práctica sino que también destacan por su capacidad de adaptarse a la estacionalidad, asegurando que la novia disfrute de su día especial con tanto estilo como comodidad. ¿Te imaginas caminando hacia el altar sintiéndote fresca y radiante, incluso bajo el cálido sol de verano?

  • También puede llover.

En este apartado diremos siempre lo mismo que lo que dijimos cuando hablamos de las bodas en primavera. Todos esos consejos son aplicables en cualquier estación del año.

  • Más Inversión en decoración Floral

En verano, los jardines pueden no mostrar su máximo esplendor floral, lo que supone un reto para quienes desean una boda con abundantes flores naturales y coloridas. Muchas especies típicas de climas más frescos ya no están en su pico de floración, reduciendo la diversidad y disponibilidad de flores. Esto puede incrementar los costos, ya que podría ser necesario invertir en flores que no están en temporada localmente.

 

Es crucial investigar qué flores estarán disponibles localmente y consultar con floristas expertos, quienes pueden ofrecer alternativas creativas y económicas. También se puede considerar la opción de espacios con abundante vegetación natural o el uso de decoraciones que imiten las flores sin depender de su disponibilidad estacional.

 

Planificar una boda floral en verano exige un balance entre la estética deseada, el presupuesto y las condiciones estacionales. Con preparación y asesoría adecuada, es posible crear un ambiente floral encantador para la boda, adaptado a las particularidades del verano.

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