Gemma & Russell
Boda en Parador Jarandilla
Nos hemos tomado un tiempo para encontrar las palabras adecuadas para comenzar esta historia. No por falta de cosas que contar, sino precisamente porque hay tanto que decir. La boda de Gemma y Russell es, sin duda, una de esas celebraciones que nos representa profundamente, tanto como personas como fotógrafos. Fue una boda que disfrutamos desde el primer instante hasta el último segundo.
No era una boda pensada para ser un escaparate de las últimas tendencias en decoración, ni para irradiar una atmósfera de exclusividad. Pero, sin pretenderlo, se convirtió en la boda que muchos desearían celebrar.
Desde la ceremonia del té, tradicional en la familia de Russell, sentimos que el amor y el respeto eran el verdadero centro de todo. Era un grupo de personas unidas en una única familia, aunque para algunos fuera la primera vez que se veían. No había barreras culturales, solo amor sincero y auténtico.
Sentimos un gran respeto al documentar esta boda. La familia de Gemma comprende bien el valor de la fotografía; lo han vivido de cerca durante muchos años. Con nuestro trabajo, queríamos rendir homenaje a una persona especial que no podía estar físicamente presente, pero cuya energía sentimos mientras fotografiábamos a su nieta y a todos los suyos.
El lugar elegido para la boda fue el Parador de Jarandilla De la Vera, un espacio con historia y encanto, perfecto para acoger esta boda que, siendo pequeña, fue grande en emociones y significado.
Queremos expresar nuestra eterna gratitud por haber tenido la suerte de participar en esta boda, donde se disfrutó cada minuto. Fue una celebración llena de risas, amor, reencuentros y toda la felicidad imaginable. Nadie perdió un segundo en preocuparse por frivolidades; no había lugar para ellas. En momentos así, los recuerdos honestos se convierten en verdaderos tesoros.
Os dejamos con un resumen de esta boda que sin lugar a duda también pasará a formar parte de nuestra historia.
We took our time finding the right words to start telling this story. Not because we lacked things to say, but because there’s just so much to share. Gemma and Russell’s wedding is definitely one of those celebrations that truly represents us, both as people and as photographers. We enjoyed every second of it, from the very first moment to the last.
It wasn’t a wedding designed to showcase the latest decor trends or to radiate an exclusive vibe. But, without trying, it turned into the kind of wedding many people would dream of having.
From the tea ceremony, a tradition in Russell’s family, we could feel that love and respect were at the heart of it all. It was a group of people coming together as one family, even though some were meeting for the first time. There were no cultural barriers, just sincere, genuine love.
We felt a deep respect in capturing this wedding. Gemma’s family truly understands the value of photography; it’s been a part of their lives for years. With our work, we wanted to honor someone special who couldn’t be there physically, but whose presence we felt while photographing her granddaughter and loved ones.
The venue chosen for the wedding was the Parador de Jarandilla de la Vera, a place full of history and charm—a perfect fit for this wedding, which, though small, was big in emotions and meaning.
We’re endlessly grateful to have been part of this wedding, where every minute was cherished. It was a celebration filled with laughter, love, reunions, and all the happiness you could imagine. No one spent a second worrying about trivial things; there was simply no room for that. In moments like these, honest memories become real treasures.
Here’s a glimpse of this wedding, which will undoubtedly become part of our own story too.