
























Estefanía & Albert
Boda Hotel Castell d´Empordà (GIRONA)
Albert y Estefanía decidieron casarse lejos del ruido, en un lugar que parecía sacado de un cuento. El Hotel Castell d’Empordà, en pleno corazón del Baix Empordà, no solo fue el escenario perfecto para su boda, fue parte de la historia. Este castillo del siglo XIV, elevado sobre las colinas catalanas y rodeado de olivos y cielos infinitos, tiene esa mezcla mágica de historia, elegancia y calma que parece hecha a medida para quienes valoran los momentos auténticos.
Fue una boda de destino, pero nada en ella sonaba a artificio. Todo tenía sentido. Todo encajaba.
Desde el primer instante sentimos que estábamos en uno de esos días que se saborean despacio. No hubo prisas, no hubo grandes exhibiciones, pero sí mucho corazón. Las miradas, los abrazos, los silencios compartidos… todo hablaba de una pareja que ha construido su historia con cariño y con verdad.
La ceremonia civil fue íntima, rodeados de sus personas más cercanas. Y quizá por eso mismo, cada emoción se vivió con más fuerza. Entre las paredes de piedra del castillo resonaban las risas, los brindis, las canciones. Los niños correteaban entre los jardines mientras los mayores compartían anécdotas bajo la luz suave del atardecer.
Lo que más nos emocionó fue cómo Albert y Estefanía hicieron de su boda algo profundamente suyo. No buscaron impresionar a nadie. Solo querían celebrar lo que son, lo que sienten, y lo que están construyendo juntos. Y eso, para nosotros, es siempre el mayor de los lujos.
Hubo lágrimas. Hubo carcajadas. Hubo baile, besos, historias cruzadas, promesas y hasta algún momento improvisado que terminó siendo inolvidable. Y hubo una energía que solo se da cuando hay amor de verdad.
Nos sentimos muy agradecidos por haber sido los testigos visuales de esta celebración. Por confiar en nosotros para guardar estos instantes. Por permitirnos formar parte de un día que, sin duda, también se ha quedado en nuestra memoria.
Aquí os dejamos un pequeño resumen de esta boda íntima, emotiva y auténtica que tuvo lugar en uno de los rincones más especiales de Girona. Esperamos que al verla, sintáis al menos una parte de todo lo que nosotros vivimos allí.