La boda de Laura y José Carlos fue una celebración íntima y muy especial, rodeados de sus personas más queridas. El evento se llevó a cabo en la Iglesia de San Bartolomé en Jerez de los Caballeros, un lugar precioso que aportó el ambiente perfecto para su gran día. Desde el primer momento, se podía sentir la conexión entre los novios, quienes no dejaron de intercambiar miradas y sonrisas llenas de complicidad durante toda la ceremonia.

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Después de dar el "sí, quiero", los invitados se trasladaron al Castillo de Toriñuelo, un sitio con mucho encanto y cargado de historia, ideal para las fotos. La wedding planner Miprincesapo se encargó de cada detalle, creando un ambiente elegante y acogedor que hizo que todos se sintieran a gusto.

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Lo que más destacaba ese día era la complicidad entre Laura y José Carlos. Se notaba en cada gesto, en cada sonrisa, en cómo se cuidaban y apoyaban mutuamente. Y esa conexión especial también se extendía a sus familias. Los abrazos, las miradas emocionadas y los momentos compartidos hicieron que todo el mundo se sintiera parte de algo único.

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El catering, organizado por La Gran Familia, fue todo un éxito. El menú encantó a todos los invitados, con platos deliciosos y bien presentados. Además, la decoración floral de Manu Fernández aportó un toque natural y sencillo, que combinaba perfectamente con el ambiente del castillo.

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Cada detalle de la boda de Laura y José Carlos estuvo pensado para que todos disfrutaran al máximo. Desde la ceremonia hasta la última canción en la fiesta, fue un día lleno de emociones y momentos que quedarán para siempre en la memoria de todos.