¿Alguna vez te has detenido a pensar en las historias  que hay tras una mirada ?

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Esa pregunta marcó el inicio de mi trayectoria en Arteextremeño hace 12 años. Mi entusiasmo por la fotografía me llevó a explorar desde sesiones de moda hasta la captura de paisajes aéreos en España.

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A pesar de la diversidad de trabajos, lo que verdaderamente me cautivaba eran esos breves instantes llenos de humanidad: una risa, una mirada, la sorpresa ante algo inesperado. Durante mis viajes en el metro de Madrid, observaba constantemente estos momentos, capturándolos mentalmente y apreciando la belleza en lo cotidiano. Estos instantes me ayudaron a comprender la historia que se esconde en lo efímero.

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Esta pasión me condujo hacia la fotografía de bodas. Con el afán de crecer profesionalmente, pasé dos años formándome con destacados fotógrafos de bodas, integrando sus técnicas y emociones en mi estilo propio.

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Hoy, mi trabajo en fotografía de bodas refleja esa misma pasión y curiosidad que tenía en mis días en el metro. He aprendido a valorar y capturar cada momento, desde abrazos únicos hasta sonrisas genuinas, que de otra forma se perderían en el tiempo. Mi carrera no solo define quién soy, sino que también ha moldeado mi vida.

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Un punto de inflexión fue conocer a Blanca y Alex, quienes no solo absorbieron mis conocimientos y experiencias, sino que también los enriquecieron con su visión única. Ahora, Arteextremeño no sería lo mismo sin ellos. Juntos, como fotógrafos de bodas en Cáceres, hemos iniciado una nueva etapa llena de energía y creatividad.

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Nos dedicamos a narrar las historias de otros, aprendiendo a mirar el mundo de una manera única y capturando momentos que merecen ser recordados, y nos sentimos muy orgullosos de ello.