top of page

Boda de un fotógrafo de bodas. Badajoz, Galicia.

¿Y cómo celebra un fotógrafo de bodas la suya propia?



María y Kiko, dos personas muy importantes para un servidor. Uno por ser amigo, socio, colega y mil locuras más y la otra por ser tierna, amable, amiga, guapa y un amor. Su historia de noviazgo es muy particular, llena de coincidencias, idas y venidas y buena suerte por estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, y que quisieron jurarse amor eterno ante sus familiares y amigos de sangre en una boda muy especial. Una boda despreocupada de adornos, de horarios milimetrados, planificaciones, regalos y de protocolos.


Únicamente estaban las cosas, que sabemos quienes trabajamos en esto, que hacen a una boda ser especial y a un día ser inolvidable: Amor, amistad, humor, mucha cerveza, mucha queimada y muchas horas por delante. La ceremonia civil la hicimos (ellos y pocos amigos) en el ayuntamiento pero antes tuvimos que pasar a que se tatuarán los anillos.


Luego, y como no podía