Todo estaba preparado.
Alina y Rubén delegaron toda la organización de se boda a E. Weding & Event, por cuestiones de logística, ya que ellos residen en Bélgica, y la verdad es que hicieron un trabajo fabuloso decorando una increíble finca lleno de jardines idílicos. Pero el destino quería otra cosa y la amenaza de fuertes lluvias hizo que a ultima hora todo tuviera que ser replanteado y deshacer lo hecho y buscar soluciones, cosa que hay que citar, lo hicieron de maravilla a pesar de las limitaciones que había de zonas cubiertas.
Esta nueva e inesperada situación con sus cambios de planes no supuso en nuestros protagonistas ni una muesca de fastidio. Sabían a lo que habían ido y sus ganas de disfrutar y pasarlo en grande estaba por encima de todo eso. Y esas cosas son las que hacen una boda de 10.
Disfrutaron como niños, ellos y todos los familiares y amigos. Caras de felicidad y ganas de disfrutar fue lo que se recuerda de esta increíble boda...