A pesar del calor con el amaneció, partimos hacia mérida con mucha energía y ganas hacia Mérida en donde nos esperaban nuestros novios, ya que habian elegido el teatro romano de Mérida como el escenario para darse el "sí quiero".
En casa de Tamara todo fué genial y como estaba previsto hasta que llegaron sus amigas, ahí fué donde los nervios y las primeras lágrimas dejaron verse en la cara de Tamara. Por el contrario "los chicos" entre brindis y brindis no tuvieron tiempo para emociones, jajajajaja pero si para demostrar una buena amistad.
El calor aumentaba, y alguno de los los invitados tuvieron que resguardarse bajo la sombra de los arboles del Sol penetrante. El agua fresquita no podía faltar.
En el coche, de camino a la ceremonia, Tamara empezó a sentir esos nervios que se tienen antes de llegar pero en seguida se le pasó, en cuanto recordó todo lo bueno que le esperaba por vivir.
El acabar, todos se transladamos r