Nos lanzamos a contaros la crónica de una boda que fue mucho más que un "sí, quiero". Una boda de altos vuelos, donde Marina y Luis, dos almas aventureras, decidieron sellar su amor.
Todo empezó en la víspera, en el acogedor pub El Corral de la Cigüeñas en Cáceres. Imaginad reunir a amigos y familiares que, como cometas, vinieron volando desde todos los rincones de España. Queríamos que se sintieran no solo bienvenidos sino como parte de una gran familia.
Al amanecer, el Castillo de las Arguijuelas se vestía de gala. Este lugar, escogido por nuestros novios, no podría haber sido más perfecto. Con cada piedra narrando historias de amor centenarias, fue el escenario donde todos empezamos a congregarnos, ansiosos y emocionados por lo que estaba por venir.
La ceremonia, ah, amigos, fue un viaje emocional orquestado por el hermano de Luis. Nos hizo viajar a través de los momentos más significativos de su vida, hilando recuerdos y esperanzas, haciendo que hasta el más fuerte de nosotros derramara una lágrima.
Y como en toda gran historia, no faltaron las risas. La tradición de los amigos, donde la pareja leyó textos llenos de ironía y cariño, nos recordó que el amor también se construye con humor.
No podíamos esperar menos que una salida con tradición militar, un homenaje a la unión y el respeto, poniendo el broche de oro a la ceremonia.
Lo que siguió fue una celebración del amor y la vida. Marina y Luis, rodeados de sus seres queridos, no dejaron de reír y disfrutar de cada instante. Y nosotros, testigos privilegiados de su felicidad, capturamos cada momento auténtico de amor y júbilo en un entorno que ya sentimos como nuestro hogar.
El catering, a cargo de San Jorge, fue simplemente sublime, cada plato una obra de arte que deleitó a todos los presentes.
Así fue la boda de Marina y Luis, un evento que nos recordó por qué amamos lo que hacemos. Documentar el amor verdadero en escenarios de ensueño es nuestra pasión. Y cada historia de amor, como la de Marina y Luis, nos inspira a seguir capturando momentos que perdurarán por siempre. y Luis, nos permiten volar alto, capturando la esencia pura del amor y la felicidad.
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